Comenzar a cavar parcelas de terreno
que se van desocupando y dejarlas descansar breve tiempo
antes de iniciar una nueva plantación, pero impedir que
los yuyos la invadan. Abonar los
surcos de maíz dulce, de puerros y de zanahorias,
regándolas abundantemente.
Como el mes anterior se habrá dejado
de cosechar espárragos, los que han salido a partir de
entonces, se habrán desarrollado en plantas que es
necesario regar y cuidar, con el objeto de vida activa
por este verano, las reservas necesarias para la
producción de la siguiente primavera.
Refrescar con frecuencia los tablones
lechuga y de rabanitos, evitando siempre las horas de
sol fuerte.
Deseando aumentar las plantaciones de
frutillas, provocar el arraigue de los estolones,
eligiendo el primer brote de cada uno pues son los más
vigorosos.
No descuidar las plantaciones de
tomates. Seguir quitando los brotes superfluos y vigilar
si aparecieran enfermedades para combatirlas de
inmediato.
Preparar los surcos para plantar el
apio, recordando que deben tener por lo menos 30 cm. de
profundidad y 40 cm. de ancho, para poder agregar una
capa de estiércol antes de colocar las plantitas.
Si el tiempo se presenta muy lluvioso
y se nota que los melones se estropean por estar en
contacto con el suelo mojado, colocar bajo cada uno un
ladrillo o una baldosa.
Si las frutillas y los melones
aparecen invadidos por pulgones, será necesario
pulverizarlos con sulfato de nicotina, o, tal vez, mejo,
espolvorearlos con polvo nicotinizado.
Trasplantar los almácigos de
hortalizas de invierno que estén de tamaño apropiado,
teniendo presente en cada caso el tipo de cultivo que
necesitan.
No escatimar el riego a los surcos de
chauchas y recordar que mientras más se cosechen, más
producen las plantas. |